Para meditar, uno se abre al silencio, al lienzo en blanco para que llegue información canalizada ( somos una vasija para ser llenada, poseemos un canal para recibir ),puede llegar también información interna propia. Uno tiene que estar en ese estado, para entender el proceso o el cómo se perciben los pensamientos que aparecen. El primer paso es enfocarse en los pensamientos a medida que vienen o se crean.
La consciencia se manifiesta y es ella la guardiana de la puerta( es la Binå de la Binå). Organiza y decide que entra al Alma y que no.
Pregunta a los pensamientos que llegan como seres, energías vivientes, espíritus. Son vibraciones, que a menudo tienen un mensaje que ofrecerte. A veces, cuando nos aparece son negativas a primera vista, sin embargo si ahondamos en ellas, profundizamos nos damos cuenta que son para hacernos crecer o darnos una verdad que no deseamos ver.
Por ello hay que preguntarles qué necesitan, que quieren comunicarnos.
Pueden aparecer como imágenes y como emociones, además de palabras.
No les cerremos las puertas del todo; si no son importantes en ese momento
( porque a veces la Biná es ansiosa, cree que son importantes y no lo son del todo, se pueden postergar, cómo hacer un trabajo en específico), les decimos
" Gracias, en otro momento pueden volver, pero en ese instante no".
A veces los pensamientos, ideas son sombras nuestras, que necesitan enclarecerse para transformarse en constructivas. Tenemos que proporcionarles luz, por eso vienen a nuestra presencia. Es abrazarlas con amor para diluir su oscuridad y que sean libres. O sino volverán a las sombras y allí pueden hacernos daño ( a eso se le podría nombrar como error y lo que provoca es la ignorancia).
En parte, ahí está Satån , el que nos enfrenta con los temores, inconvenientes
( ångel de Dios) para que podamos evolucionar.
Tengamos calma, armonía para que podamos canalizar directamente con la fuente divina; seamos libres y conscientes en cada instante para conectarnos realmente con lo importante. Seamos vasijas cada vez más grandes para poder recibir más la luz sanadora del Amor y del entendimiento. Así podamos proyectarla a más seres, al entorno.
Los mensajes también pueden ser telepáticos ( a través de la mente).
No solo de personas, pueden ser de muchos más seres. Es un lenguaje universal. Se pueden manifestar de muchas maneras como en símbolos, números, nombres, etc.
Solo hay que prestar atención, allí están; abre el corazón, solo hay que aprender a saber descodificarlos.
Valoremos el compartir, somos seres creados y creadores.
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